Cuando íbamos a entrar en 3º de ESO yo iba asustada. Decían que este curso era muy difícil y que teníamos que estudiar mucho, me metieron el miedo en el cuerpo. También tenía miedo porque me habían separado de algunas amigas, siempre había estado en la misma clase con ellas y se me hacía raro que ahora no las tuviera entre cambio de clase para hablar y alcahuetear; además había en la clase gente nueva, gente con la que nunca había estado, y a algunos profesores tampoco los conocíamos.
Después de todo no me ha ido mal, mis miedos no se han cumplido, cosa de la que me alegro. Pero el futuro, el futuro de lo que queda este trimestre, miedo me da. Es un trimestre muy cortito y nos pondrán muchos exámenes seguidos. Pero se hará lo que se pueda. En este curso, en la parte personal, he aprendido a darme cuenta de algunas cosas que quizás no quería ver y a valorar mucho más otras cosas. Y a nivel académico, a escribir entradas, reclamaciones... He aprendido nuevas fórmulas, y sé un poquito más de inglés y francés. Este curso lo despido con mucha alegría, llega el veranito, sol y playa. Pero con un sabor amargo: este es el último curso que pasaré aquí, y echaré a mis amigas de menos. Pero de lo que queda de curso y todo el vernao lo pasaré lo mejor que pueda.